Con el nuevo año que se inició y teniendo en cuenta las necesidades a nivel educativo que se identificaron durante la pandemia, el TEC de Monterrey, analizó cinco tendencias que esperan que sean el motor que impulse una educación más integral.
El primer aspecto a considerar es el aprendizaje continuo, este enfocado a que la vida laboral requiere de un constante aprendizaje y que por lo tanto los estudiantes continúan buscando oportunidades de crecer, luego de obtener su título y desconocen las opciones que tienen disponible para hacerlo. Desde el año 2022 la UNESCO tiene el compromiso de habilitar más de 140 países para respaldar y promover el aprendizaje continuo.
Conectar a los estudiantes con el aprendizaje es sin duda uno de los desafíos de la educación actual y por esto se están desarrollando estrategias donde el juego es un mediador fundamental dentro del desarrollo del aprendizaje, por tanto es importante tener en cuenta los avances tecnológicos que hoy en día tienen un gran impacto en la manera en la que se enseña y por supuesto la manera en que los estudiante están aprendiendo. Por supuesto las ciencias, el arte, las matemáticas y la tecnología son clave para lograr estudiantes que desarrollen habilidades competitivas para la vida, y para el mundo al que se deben enfrentar.
Otros aspectos importantes a considerar sin duda son: El bienestar y la salud mental, centrado en la comunicación, la inteligencia emocional, la socialización, el aprendizaje activo y mecanismos para ofrecer la atención necesaria a los estudiantes universitarios. Así de la mano ayudar a fortalecer las habilidades necesarias para el futuro más cercano como la colaboración, el desarrollo personal y la inteligencia cultural y social.